Profesor titular y decano de la Facultad de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. Exministro de Relaciones Exteriores y doctor Honoris Causa en Derecho y Jurisprudencia de la Universidad Militar Nueva Granada
En Colombia se cree erróneamente que en el proceso de fijación de las fronteras nacionales tuvimos “graves pérdidas” ocasionadas por la debilidad de los mandatarios, la incompetencia de los negociadores o las decisiones “parcializadas” de árbitros internacionales.
El archipiélago de San Andrés era, hasta antes del fallo de 2007 de la Corte Internacional de Justicia, un territorio remoto e ignoto de Colombia. Nuestro Gobierno lo quiso vender en 1905 y desde 1927 hasta 1981 aceptó de buen grado compartir la soberanía sobre los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana con los Estados Unidos. Incluso con ocasión de la crisis de los misiles con Cuba en 1962, los Estados Unidos instalaron plataformas de cohetes en Serranilla, sin que nuestro país se percatara de ello.