Desde la más remota antigüedad la humanidad ha mirado hacia el cielo con asombro y admiración. Estrellas, planetas y la inconmensurable vastedad del universo han inspirado e intrigado a las civilizaciones a lo largo de la historia. Pero más allá de los cautivadores fenómenos celestes que sirvieron en un comienzo para alimentar un sinnúmero de aventuras mitológicas y cosmogonías, y luego para entender los que ocurre más allá de la frontera de nuestro planeta, la observación del cielo ha tenido una profunda influencia en nuestro conocimiento y comprensión del suelo que pisamos, de la Tierra misma. En las siguientes líneas haremos un breve viaje en el tiempo, que nos llevará desde las primeras indagaciones sobre la forma de la Tierra hasta el conocimiento actual que se nutre de las ciencias del espacio, explorando aspectos reveladores que ayudaron a sentar las bases del conocimiento científico del suelo y el cielo a lo largo de la historia.