En Colombia se cree erróneamente que en el proceso de fijación de las fronteras nacionales tuvimos “graves pérdidas” ocasionadas por la debilidad de los mandatarios, la incompetencia de los negociadores o las decisiones “parcializadas” de árbitros internacionales.
En el debate público y las intervenciones de los candidatos presidenciales del reciente proceso electoral los temas relacionados con la seguridad interna y externa del país ocuparon un lugar extrañamente secundario. Un vacío sorprendente pues no solo la violencia interna no ha cesado, a pesar del proceso de paz con las Farc, sino que el entorno geopolítico del país se ha tornado muy agitado.
La frontera colombo-panameña está definida y trazada en la región del Darién. Este topónimo estaba circunscrito a principios del siglo XVI solo a la parte del río Darién, hoy Tanela, donde se fundó la ciudad de Santa María de la Antigua del Darién en 1510.
La frontera colombo-venezolana es el lindero más problemático que tiene la República de Colombia, y lo es desde mucho antes de producirse el deterioro profundo de las relaciones entre los dos Estados.
Licenciada en historia, magíster en Relaciones Internacionales y magíster en Análisis de Problemas Políticos, Económicos e Internacionales Contemporáneos, con doctorado en Ciencia Política de la Universidad Nacional de Colombia. Fue profesora en el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales IEPRI. Desarrolló la línea de investigación, docencia y extensión “Fronteras, vecindad e integración” y coordinó el Grupo Académico Colombia-Venezuela y los programas Andino - Brasileño y Colombia-Ecuador.
En 2019, en Puerto Nariño (Colombia), una pintoresca población a orillas de la confluencia del Amazonas con el Loretoyacu, a raíz de la reconstrucción de las verdades sobre el conflicto armado en la Amazonia colombiana, se organizó un seminario-taller con pueblos indígenas, en el que estos afirmaron enfáticamente: “Ya no queremos hablar de ambiente, sino de territorio”.
En Colombia se ha iniciado un debate público sobre las relaciones entre ciencia y tecnología en un contexto social de reconocimiento de la diversidad de saberes ancestrales.
La CEV debe asegurar que el Informe Final tenga la más amplia y accesible difusión para que sea escuchada por los diferentes sectores de la sociedad y para que sea apropiada por la sociedad. Esto se lograría a través de estrategias de comunicación y pedagogía con enfoque diferencial y con estrategias que incluyen el desarrollo de actividades culturales y educativas que involucren a diferentes medios de comunicación. La difusión del informe serviría para que los hallazgos y las revelaciones de la CEV se conviertan en una memoria colectiva asumida por la sociedad como parte del reconocimiento de las víctimas y de la prevención de las violaciones de derechos humanos.