Dice el Diccionario de la Real Academia Española:
universidad del lat. universĭtas, -ātis ‘universalidad, totalidad’, ‘colectividad’, ‘gremio, corporación’, en lat. mediev. ‘institución de enseñanza superior’. 1. f. Institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades, y que confiere los grados académicos correspondientes. Según las épocas y países puede comprender colegios, institutos, departamentos, centros de investigación, escuelas profesionales, etc. 2. f. Edificio o conjunto de edificios destinado a las cátedras y oficinas de una universidad 5. f. universalidad (la cualidad de universal). 6. f. Instituto público de enseñanza donde se hacían los estudios mayores de ciencias y letras, y con autoridad para la colación de grados en las facultades correspondientes”.
Y esta es la definición del Diccionario Oxford: “una institución al más alto nivel de la educación donde usted puede estudiar para optar a un título o hacer investigación”.
Mejor es la definición de la Enciclopedia Británica: universidad, institución de educación superior que generalmente comprende un college de artes liberales y ciencias y facultades de posgrado y que posee la autoridad para conferir grados en los diversos campos de estudio. Una universidad se diferencia de un college en que generamente es más grande, posee planes de estudio más amplios y ofrece títulos de posgrado y profesionales, además de los que se confieren en el pregrado. Aunque las universidades solo vinieron a surgir en Occidente, en Europa durante la Edad Media, en la Antigüedad ya existían en algunas partes de Asia y África.
Personalmente he adoptado una definición, que puse en práctica cuando ocupé la Rectoría de la Universidad Nacional de Colombia: la universidad es una vivencia en un ambiente de cultura, de reflexión y de creación del conocimiento.
“¿Dónde y cuándo nace la Universidad?
“Al aceptar que Universidad es la comunidad de maestros y alumnos dedicados a adquirir, crear y difundir el conocimiento, habría que remontarse a la Antigüedad, tal vez a la Academia de Platón o al Liceo de Aristóteles, en la era de oro de la Grecia clásica.
Posteriormente, Ptolomeo I Sóter (el salvador), uno de los principales generales de Alejandro Magno, luego de la muerte del joven emperador en Babilonia (323 a. C.), en el año 305 a. C. se convirtió en el primer rey no egipcio de Egipto e inició la dinastía ptolomeica. Esta dinastía reinó durante la era que se llamó helenística, unos trescientos años. En 290 a. C. se fundó el legendario Museion (el templo de las musas) y comenzó el desarrollo de la gran Biblioteca de Alejandría. Ptolomeo I, y su sucesor, Ptolomeo II, convocaron a los eruditos, científicos y artistas del mundo y convirtieron a Alejandría en la capital de la cultura y la ciencia, sucesora de la gloria de Atenas. La era ptolomeica o helenística terminó con la muerte de Cleopatra VII en el año 30 a. C., cuando Egipto pasó a ser una provincia del Imperio romano, dominado por Octavio.
“Las escuelas atenienses de Platón y de Aristóteles, que poseían instalaciones propias, eran más bien de carácter tutorial personal, y aunque se estudiaban diversas disciplinas del pensamiento, no tenían lo que hoy pudiéramos llamar escuelas o departamentos administrativa y académicamente organizados, lo cual define a la universidad.
“Pero el Museo de Alejandría, con su gran Biblioteca, sí era una comunidad de maestros, investigadores y alumnos, y sí tuvo escuelas. Los maestros eran los principales eruditos, artistas, matemáticos, astrónomos, médicos, filólogos y filósofos del mundo, albergados en las amplias edificaciones del Museo y de la Biblioteca. La Biblioteca de Alejandría llegó a poseer no menos de 500.000 libros en forma de rollos de papiro.
“En la escuela médica del Museo de Alejandría, que por entonces administraba la Escuela de medicina hipocrática de la Isla de Cos, por primera vez se llevaron a cabo disecciones anatómicas que avanzaron considerablemente el conocimiento de la morfología y la fisiología humanas. En el Museo enseñó Euclides, fundó su escuela matemática y elaboró la inmortal obra, Elementos, el texto fundamental de geometría, y allí Eratóstenes de Cirene, el inventor de la geografía, midió la circunferencia de la Tierra, 39.375 km, con apenas 80 km (0,2 %) de error.
“Propongo formalmente que el Museo de Alejandría sea reconocido como la primera universidad que tuvo la humanidad, universidad entendida como comunidad de maestros y estudiantes con el respaldo de una gran biblioteca. Esa capital del saber universal y dinámico centro de investigación tuvo carácter supranacional, puesto que al Museo concurrían los eruditos de todas las naciones a estudiar, enseñar e investigar en filología, gramática, matemáticas, música, astronomía, medicina.” (Patiño Restrepo).
Sin embargo, es pertinente anotar que antes de la Edad Media hubo dos universidades en el norte de África, en Fez y en El Cairo, como lo escribe Julio César Londoño en un buen artículo:
Pese a las pataletas de los historiadores europeos, la universidad en su sentido moderno, es decir, como un centro multidisciplinario de investigación y educación de nivel superior, es un invento africano. La primera, la Universidad de Al-Qarawiyyin, fue erigida en Fez, Marruecos, en el año 859 después de Cristo, y un siglo después abrió sus puertas en El Cairo la Universidad de Al-Azhar. Ambas estaban consagradas al estudio del Corán, las lenguas árabes, la historia del mundo islámico y los misterios de las ciencias naturales. Sus aportes fueron vitales para Europa: sin el concurso de los sabios árabes y africanos, y las invasiones musulmanas, la alta Edad Media europea habría sido más larga y más oscura. Solo después, en el siglo xi, aparecen, las primeras universidades europeas. (Londoño)
Por lo demás, poco conocida es la historia de la Universidad de Constantinopla, fundada en el año 340 con el nombre de Pandidakterion por el emperador romano Constancio II.n.
...la universidad es una vivencia en un ambiente de cultura, de reflexión y de creación del conocimiento
En China existe la que muchos consideran la primera universidad del mundo, la Universidad de Nankín, fundada en 259 y que es hoy una de las principales instituciones de educación superior de ese país. Pero considerando que la expedición de títulos es uno de los componentes que determinan la calificación de universidad, esta y muchas de la Antigüedad no los expedían y se limitaban a dar conocimiento, por lo que quedarían por fuera de la calificación de universidad y serían más bien semilla para la conversión a la universidad moderna.
En 1088 se fundó la Escuela Médica de Salerno, y en ese mismo año la Universidad de Bolonia. Oxford fue fundada en 1096, París en 1150, Cambridge en 1208 y Salamanca en 1218. Así, las primeras universidades de Europa, Bolonia, París, Salerno, Oxford y Cambridge surgen como tales por los años 1100 y 1200. En ellas se educaban hombres para la Iglesia y para el Estado, pero no se investigaba, todo fuertemente impregnado por la filosofía religiosa. Es reconocido que las universidades europeas de la Edad Media, los studium generale, las que ya podríamos llamar “el comienzo de la universidad moderna”, tienen su origen en las escuelas catedralicias de la época de Carlomagno de los siglos xii y xiii.
En nuestro continente, cuando se fundaron las primeras universidades en los Estados Unidos, Harvard en 1636, William & Mary en 1693 y Yale en 1701, ya funcionaban 14 universidades en la virreinal América Latina, entre ellas Santo Domingo (1538); San Marcos, Lima (1551); México (1551); San Fulgencio, Quito (1586); San Carlos, Guatemala (1681), y El Rosario, Santafé de Bogotá (1653). Todas ellas creadas bajo el modelo de la Universidad de Salamanca.
Propongo formalmente que el Museo de Alejandría sea reconocido como la primera universidad que tuvo la humanidad, universidad entendida como comunidad de maestros y estudiantes con el respaldo de una gran biblioteca.
La universidad medieval, fundamentalmente de humanidades puesto que las ciencias eran todavía incipientes, se mantuvo hasta la Ilustración, cuando las ciencias aparecen y cobran fuerza en la universidad.
En 1804 Napoleón Bonaparte ordenó retirar las artes y las humanidades de la universidad para pasarlas a las academias y a institutos. Se creó el modelo napoleónico de la universidad profesionalista, que se implantó en América Latina y que ha persistido, con algunas excepciones. Hacia 1810 Wilhelm von Humboldt fundó la Universidad de Berlín con una estructura contraria a la de la universidad profesionalista de Napoleón, modelo que luego fue adoptado por Cambridge y Oxford, y más tarde por Yale y Harvard en los Estados Unidos.
En Colombia en 1960 se acentuó un movimiento para restaurar las artes y las humanidades, a través de los llamados estudios generales, modelo que se implantó en la Universidad Nacional de Colombia con la profunda reforma estructural realizada entre 1964-1966, cuando ocupé la rectoría.
El propósito fue ofrecer el conocimiento universal para formar ciudadanos cultos, de espíritu crítico y dueños de una sólida cultura general, que luego puedan ser muy buenos profesionales. Los estudios generales (educación liberal en el mundo anglosajón) persistieron hasta mediados de los años setenta, pero luego fueron desapareciendo y la Universidad Nacional, como la gran mayoría de la universidades colombianas, regresó al obsoleto modelo de la universidad profesionalista de Napóleón.
Hoy, con el cardenal Joseph Newman (1801-1890) de Oxford en su libro The idea of a university, que es una colección de discursos, es preciso aceptar que la universidad es el lugar donde se enseña el conocimiento universal, lo que significa que su objetivo es la difusión y expansión del conocimiento y la cultura sobre el progreso económico. Uno de los puntos fundamentales del pensamiento de Newman es el valor que otorgaba al conocimiento como un fin en sí mismo —independiente de su aplicación—, lo que significa una contradicción al contexto utilitarista de la universidad napoleónica.
Esta es la tarea que confronta la universidad colombiana: avanzar del modelo profesionalista utilitarista al modelo de la universidad cuyo principal objetivo es la difusión del conocimiento universal para la formación cultural del ciudadano.
Bibliografía
- Londoño, J. C. “El origen de la universidad”, El Espectador, 18 de marzo de 2011, www.elespectador.com/opinion/el-origen-de-la-universidad-columna-257819/.
- Nelson, L. H. “Lectures for a medieval survey”, The ORB: On-line reference Book for Medieval Studies, 1999.
- Patiño Restrepo, J. F. “De academia, museo, universitas a la universidad multifuncional y supranacional. Evolución histórica de la universidad”. Palabras de J. F. Patiño Restrepo con motivo del título honoris causa conferido por la Universidad de Antioquia, 30 de junio de 2007, Medellín